Después de muchos días, hoy ha vuelto a llover, y el olor a tierra mojada me llevó a recordar varios olores que desde niño llevo guardado en el ático de mi memoria.
De esa gama de olores, recuerdo el de la tierra mojada, esas tormentas de finales de verano que impregnaban el ambiente de un agradable olor a tierra mojada que se mezclaba con las distintas gamas de olores del bosque.
Tambien recuerdo gratamente el olor a heno recién segado.
Otra gama de olores agradables era cuando se hacía la matanza y aquí había una gran mezcla de olores, porque la matanza en mi pueblo era una fiesta de varios días. Comenzaba la matanza el viernes, con los preparativos; preparar la calabaza ("raspar o cabazo") y cocer la cebolla para luego hacer los chorizos de cabazo. El sabado, era el día importante, sobre todo para los más pequeños, y ahí tambien había una mezcla interesante de olores, desde la sangre del cerdo, hasta la piel del cerdo chamuscada. Por la tarde se hacían los chorizos de calabaza y otro olor muy típico de la matanza. Y ya al día siguiente, generalmente un domingo, se despiezaba el cerdo se preparaba la carne para los distintos tipos de embutido, chorizo, salchichón,... y luego en las brasas se asaban los solomilos y con vino blanco,...
Pero sin duda, el olor más agradable,magnífico, y que nunca olvidaré, porque lo llevo grabado a sangre y fuego en el ático de mi memoria, es su olor, su maravilloso y magnífico olor, que me dá la vida.
Mil millones de besos para tí reina
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