Asi de triste estaba ella aquella tarde. Recordaba tiempos mejores, cuando surcaba las frías aguas de la ría, resisitiendo los envites de las olas para acercar a su capitan a los lugares mas lejanos.
Veía como las demás eran el centro de las miradas de los niños, que correteaban al atardecer por el puerto, y que en ellas se querian subir para emular a los piratas de sus cuentos.
Pero ella, estaba allí llena de algas y otros restos que los humanos tiran por la borda. Parecía que el destino les unía en el último viaje que les aguardaba.....
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario