Allá por Mayo de 1962, llegó un alemán Manfred Gnädinger. conocido en el pueblo por Man.
Estudió arte en Italia, e impartió clases en Suiza a personas con problemas de integración social.
Vino a Galicia por su interés por la conservación del medio ambiente y la curiosidad por conocer la costa gallega le llevaron a la "Costa da Morte"
Decidió quedarse y convertir así un lugar tan agreste en un museo, dotado con fondos que él mismo conseguía.
Moldeaba las rocas para crear esculturas, usando también, todo tipo de restos que arrastraban las mareas, huesos, artes de pesca, basura,...
Cuentan, que tuvo un desengaño amoroso con una maestra del lugar, una de las primeras personas con las que se relacionó, porque sabía hablar inglés, y se enamoró, pero al no ser correspondido se convirtió en un anacoreta, dedicándose a la escultura, la natación y correr, casi desnudo por el pueblo.
La desconfianza inicial que generan los visitantes en los pueblos gallegos, se celebró con entusiasmo, al comprobar los vecinos que artistas e intelectuales se fijaron en su pueblo, por el nuevo vecino, que poco a poco fue acogido como uno mas del pueblo
La entrada a su museo, costaba 100 pts. y facilitaba un cuaderno y lápices para que los visitantes pintaran sus obras, e intervinieran así en sus obras de arte.
En Noviembre de 2002, con el hundimiento del Prestige, la "Costa da Morte" , se cubre de un negro manto de chapapote.
Su obra quedó impregnada del negro y espeso chapapote.
La rabia y la impotencia se apoderaron de él. Lloró y gritó de impotencia.
Pidió que no limpiaran el chapapote de su museo, para que las generaciones venideras, vieran lo que los hombres eran capaces de provocar movidos por la codicia.
No pudo superar la tragedia y murió el 28 de Diciembre de ese año.
Probablemente, respirar varios días el aire contaminado por el chapapote, aceleraron su muerte
El 28 de Diciembre de 2012, sus cenizas fueron esparcidas por lo que queda de su casa, reposando así en donde vivió durante 40 años
En 2010, un fuerte temporal, y el abandono al que las autoridades condenan a casi todo en este nuestro país, destruyó buena parte de sus obras.
Actualmente, varias iniciativas particulares, intentan que se recupere este recinto cultural y poder poner en valor un jardín de arte y naturaleza , casi único en el mundo, teniendo en cuenta que tiene mas visitas que el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, con una fuerte inversión púbica.
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